7 de abr. de 2014

El centro de la vida religiosa

La vida con centro
Hay un religioso de edad que se toma muy en serio colaborar con nuestra revista. Tiene la jornada bien ocupada. Dedica buenas horas a echar una mano en la misión con sus hermanos más jóvenes y además encuentra tiempo para orar por la misión y el mundo que, como bien dice, “tanto ama Dios”. Tiene este hermano una vida serena, equilibrada y feliz. Está ocupado en las necesidades de los demás porque sufre cuando percibe privaciones, carencias e injusticias… leia mais:

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